Lo primero es acercarnos a alguna fábrica o taller de rotulación y pedirles algún trozo de PVC o Policarbonato. Mucho mejor si ya sabemos las medidas (p.e. 50×60 cm.) y el espesor que necesitamos (normalmente será 2,5 o 3 mm.), porque igual tienen alguno por ahí tirado que no le van a dar uso y te lo dan de gratis… Si te lo tienen que cortar… malo! (=dinero).