Pues resulta que tengo un amigo que hará un par de años se compró un 600 y claro, le ha entrado la vena restauradora (como a nosotros con las Vespas viejas), y me dijo que le habían ofrecido un volante en muy buen estado (sin grietas ni fisuras, que los volantes de los 600, al parecer,

sufren

de eso).

Pues eso, que me dijo si le acompañaba, y como no tenía otra cosa mejor que hacer (je, je, je, .., si se entera mi mujer!! 🙂 🙂 ), allá que nos fuimos.

Cual fué mi sorpresa que el vendedor (un particular), a parte de tener un 600 de primera serie perfectamente restaurado, tenía también una Vespa

casi

como la mía (era una 125 L del 62), completamente restaurada, ..., y lo más, una preciosa Lambreta, creo que de 1958, en excelentísimo estado de conservación.

Pues eso, les saqué unas fotos con el móvil, ahí os las presento:

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