`Marruecos Platos Magnéticos 2013 1ª Etapa Algeciras - Fez

Ya era hora, llevábamos desde el año 2009, planificando esta aventurilla, como hay que aprovechar las fiestas, elegimos la Semana Santa, pero estas fechas tienen sus problemas, uno, que son pocos días, dos, que el tiempo no suele ser muy bueno. Para solventar en lo posible la falta de días, decidimos bajar hasta Algeciras en remolque, eso y una planificación detallada, haría posible la aventura.
Nadie mejor que nuestro amigo Jesús Pineda para esa planificación, ya que en su periplo hacia Londres, nos dejó deslumbrados por el detalle y el cálculo de los gastos. Una vez decidida la Ruta por nuestro amigo Carrero que tiene experiencia en estos eventos, se planifico un recorrido de 1.500 Km, con el que llegábamos a las estribaciones del Atlas, lo recorríamos, pero no lo atravesábamos, con lo que nos dejábamos lugares interesantísimos, pero los dejamos para la 2ª Ruta.
Resulta que mis dos hijos varones al enterarse de lo que me traía entre manos, dijeron que también iban.Tenía que meter 3 Vespas en un remolque (nada fácil)
La ruta estaba planificada, para realizar una media de 200 a 250 Km diarios, que se realizarían por las mañanas, dejando las tardes para alojamiento y visitas.
Día 22 Viernes¬.- Salimos a las 15 horas a la vez que nuestros compañeros de Valladolid Quique Olid y Guillermo (Vespatan), quedamos en los Barrios, en el garaje donde íbamos a guardar coches y remolques, ellos bajaron por la Ruta de la Plata y nosotros por la Carretera de Andalucía. Una vez dejados los coches y en el trayecto de los Barrios al Hotel donde íbamos a pernoctar en Algeciras, al pasar los raíles del tren que cruzan la carretera del puerto, Quique sufre una caída al meter la rueda en los raíles mojados, una caída sin consecuencias, pero no parecía un buen comienzo.
Día 23 Sábado.- Madrugada, el barco sale a las 8, con los nervios de no dejarnos ningún documento, pasaportes, cartas verdes, mapas y demás, me doy cuenta que me he venido con los zapatos de los chinos en lugar de las botas que debería haberme puesto. El Barco sale a las 10, y los trámites aduaneros en Tanger, una mierda, estuvimos de arriba para abajo completando documentos, lo justo para que sin haber salido de allí se pusiera a llover con fuerza, así que sobre las 12 nos echamos a rodar, lo mejor de todo, es que en la planificación inicial deberíamos haber pernoctado en Ouazzane, o sea unos 181 Km, pero con el optimismo inicial decidimos llegar a Fez, unos 312 Km teóricos. Ya salimos dos horas y media más tarde y dispuestos a hacerlos, las carreteras de Marruecos ya de por si son complicadas, pero inundadas de lluvia y con un asfalto como el cristal nos hacía trazar las curvas sin margen de errores, los Marroquíes son unas excelentísimas personas siempre dispuestas a ayudarte, pero con un volante en las manos son unos verdaderos H.P. Delante iba Enrique y cerrando el grupo yo, porque ambos llevábamos intercomunicadores y podíamos pastorear el grupo, así y disfrutando de los paisajes y las curvas llegamos a Chefchauen. Mi hijo mayor dice que ha pinchado, tiramos la moto al suelo, que es la mejor forma de cambiar la rueda rápidamente, y aunque estábamos bajo la lluvia, no impidió vernos rodeados de jóvenes marroquíes, la ruta proseguía por carreteras viradas y verdes paisajes y cuando empezamos a acometer las primeras rampas de un bonito puerto de montaña, observo que cada vez hay más separación entre el equipo Vallisoletano y los Tubarro´s Group, me acerco a mi hijo Alejandro y me hace señas de que la moto no le va, casi no puede con la cuesta, se para, cambiamos de montura y compruebo que no va bien, no coge vueltas el motor y tironea, le digo que la aguante hasta pasar el puerto, quizás en la bajada se tecle, no estoy dispuesto a ponerme a desmontar bajo la lluvia , quizás Alá se apiade de nosotros y realice el milagro de la resurrección del motor, pasamos un pueblo y un par de kilómetros después veo que se para ¡! Que hostias pasa ahora ¡!, que se ha roto el cable del acelerador, ¡!no jodas!! , se encoge de hombros y veo en su mirada fastidio y decepción, venga no importa, saca la herramienta y vamos a aprovechar antes que anochezca del todo, Enrique y Guillermo ya habían vuelto, al bajarnos de las motos, nos damos cuenta que llevo los pies empapados, los zapatos de los chinos parecen esponjas, Guillermo que tampoco lleva traje de agua tiene la ropa mojada y mi hijo con una braga por la cabeza parece Doña Rogelia tiritando de frío, hay que desmontar la cúpula, quitar la tapa del faro y acceder al mecanismo del acelerador, en el taller con el elevador se hace fácil, allí nos cayó la noche, los tornilos de la cúpula se resistían, al final sacamos el cable roto, el nuevo tropezaba en la camisa y no salía, está claro de que iba a dar por culo, junto con un cabrero que protestaba porque teníamos la moto en el paso de las cabras, gracias a una linternita de Guille, solucionamos el tema volvimos a la carretera de noche, nos paramos en una gasolinera ¿cuanto queda… unos 200 Km, ¿que hacemos, seguir, o tomamos algo en el bar, ya teníamos la noche encima, así que entramos en el bar, nos ofrecieron pollo con patatas fritas y unos vasos de té con hierbabuena que nos devolvió el optimismo y nos calentó el estómago, que hostias, quien dijo que no se debía conducir de noche.
El espectáculo era propio de una sala de cine 3D, un Imax de esos que te ponen unas gafas y parece que los relámpagos se te vienen encima, la tormenta iluminaba la oscuridad y recorría todo el horizonte delante de nosotros, nunca había rodado en esas condiciones tenía una sensación de euforia-miedo que me hacía sentirme más vivo que nunca, de hecho sirvió para que hiciéramos más de 100 Km sin resultarnos pesado, pero paramos a repostar, las paradas son jodidas, es cuando te das cuenta que estas empapado, y te ataca el frío, mi hijo pequeño me dice: Oye, yo os pago el hotel y nos quedamos aquí, nos quedan otros 100 Km. Me lo pienso y se lo digo a los Vesperdidos, ellos quieren tirar, le pregunto a Miguel ¿ que pasa estas jodido, el ve el sentir general y dice; no, no, es que me parece peligroso ir tan deprisa de noche, venga aguanta que solo quedan 93 Km, seguimos, nunca había había apreciado el faro de la Vespa, normalmente se anda de noche por carreteras iluminadas y no necesitas tu luz, pero aquí, hay que joderse que bien alumbra, ilumina toda la anchura de la carretera, oigo un ¡!cuidado!! por los auriculares del casco ¿¿¿…. que pasa,… veo un bulto oscuro en medio la carretera…… es un burro … joder que miedo, un burro sin luces, menos mal que ni se movió…
Salimos de las curvas viendo a lo lejos las luces de Fez, ya esta chupado, me alegro infinitamente de haber reservado buenos hoteles (Gracias Jesús), me acuerdo como mi hijo se quejó diciendo que cuando se va de aventura hay que ir en tienda de campaña, menudo cantamañanas, ya me veo dándome una ducha con agua muy caliente, pero me tocará esperar a que el de la tienda de campaña se duche primero, porque por la jeta que tiene, parece estar más jodido que yo.

Si si riete maricón que no sabes lo que te espera