Asilah - Algeciras, Viernes, día 29 de Marzo

Por delante unos 90 Km, o sea etapa de trámite, hoy dormimos en España, cogeremos el Ferry de las 19 horas, el último que sale, aprovecharemos para conocer Tánger, durante el camino llegamos al punto donde Guillermo dio la vuelta, la leche, un poco más y se sale del mapa. Los kilómetros son para nosotros un aperitivo, llegamos a Tánger por la costa, la recorremos y llegamos a la Medina. Como tenemos ganas de moto, nos introducimos por ella, a través de un arco donde hay un disco de dirección prohibida, a estas alturas, somos inmunes a las señales de tráfico, mi hijo mayor se para .... joder me da verguenza ir apartando gente.... venga hombre, no ves que se meten por aquí con los motocarros... seguimos hacia arriba, la gente ni se inmuta, les regalamos con una bonita nube de humo de aceite, pero es un espectáculo ver a cinco Vespas en fila por estas calles de un metro y medio de anchura, seguimos ascendiendo y salimos a la Place du 9 avril, dejamos por allí las motos y visitamos esta zona de la ciudad, nos echamos una pequeña siesta en el césped de los jardines, y como no, nos visita un vigilante de nuestras motos, nosotros somos reticentes a que nos cobren siempre que aparcamos las motos y en ayuda del vigilante aparece una especie de Chulo-Putas que dice también que la calle es suya, debe ser el que controla a los que viven de los turistas, ya que

el vigilante

se muestra sumiso ante él, Enrique le baja los humos, le dice que nosotros hemos negociado con el

vigilante

que con él no negociaremos nada, parece que la cosa surte efecto, le damos al vigilante lo que nos parece a nosotros y nos vamos, damos un paseo en moto por los sitios altos de Tánger, donde en su día estuvieron situadas las Embajadas, cuando Tánger era un nido de espiás en la segunda guerra mundial, desde estas zonas se atisba el cabo Espartél, a la izquierda el Atlántico, a la derecha el Mediterráneo, volvemos a la Medina con la intención de encontrar donde comer, y nos metemos en un bar del zoco, somos los únicos clientes y guisan para nosotros, una especie de cocido Marroquí, yo me pido un vaso de zumo de naranja, llevo todo el día con el estómago pesado, parece que la cena en el restaurante de la Española no me ha sentado muy bien, volvemos a recorrer Tánger con la moto, nos metemos por sus callejones y Guillermo hace fotos, en un momento dado sobre las 17'30, alguien dice.... nos deberíamos ir yendo hacia el puerto..... pero si el puerto esta aquí mismo, a ver si nos va a tocar esperar un montón, mejor estamos por aquí....... mi hijo mayor me mira y dice ..... el puerto donde nos dejó el ferry, no es ese de ahí abajo.... como que no, no hay otro....joder, es que no os fijasteis en que cuando salimos hacia Fez, teníamos una montaña a la izquierda, y allí no hay ninguna montaña....?? hostias tiene razón, deberíamos de preguntar..... S'il vous plait Mesieur du port oú vous prenez le ferry pour l'Espagne ?.....cette adresse á envirón 40 kilométres de Ceuta.....???? como...40 kilómetros, aquí hace falta por lo menos una hora para recorrerlos, tenemos el tiempo justo, miramos el mapa y decidimos coger la carretera de la costa, así no habrá pérdida por huevos nos tenemos que encontrar con el puerto, estamos en la parte alta de Tánger, para coger la costa bajamos por unas avenidas con un atasco de tráfico impresionante, como veo el problema, me pongo el primero, en plan mensajero de Madrid y empiezo a adelantar coches utilizando el carril contrario, los demás me siguen, cogemos el camino de la costa, es una carretera de subidas y bajadas pronunciadas y muchas curvas, mi hijo me dice que no tiene gasolina, le echo de la garrafa, es la primera vez que la utilizo y tiramos deprisa otra vez yendo yo primero, los Vesperdidos se están quedando atrás, no les favorecen los adelantamientos, procuro mantenerlos a la distancia de audición del intercomunicador......vamos Vesperdidos hostias que perdemos el barco, darle caña, los kilómetros se hacen eternos, nos faltan solo 20 minutos para la salida del barco y en una bajada vemos a la derecha el puerto, llegamos entramos hay una larga recta hasta la aduana y mi hijo se para sin gasolina, a mi ya se me estaba encendiendo la reserva (por primera vez en todo el viaje), no pierdo tiempo y sin dejar que se pare la moto, le meto el pié y le llevo volando a la aduana.
Allí vuelve la tranquilidad, colas de vehículos y a volver a rellenar impresos, vemos como a los coches y camiones los ponen en una fila y les pasan una especie de Escáner móvil con todo el mundo fuera de los vehículos, a nosotros no nos lo hacen, debe ser para ver si hay gente escondida dentro, menos mal así no nos irradian los souvenires. Aguantando cola para entregar el impreso, veo que Enrique y Guillermo se van ya para dentro.... Allí os esperamos

los Tubarr'os sois muy rápidos en carretera, pero muy lentos con el papeleo (que violencia).
Por fin en la cola del embarque con la documentación en regla, ya se ha pasado la hora de la salida en 20 minutos, y allí no hay ningún barco... ? se habrá ido sin nosotros..... que cojones, que no ha llegado todavía, me sereno y observo con ojos de profesional que el bar que tienen allí montado, tiene un retrete espléndido, de esos Wc Turcos con un agujero (los mejores), no me quiero ir de Marruecos, sin dejarles un regalito..... que paz, que tranquilidad, ha desaparecido la pesadez de estómago, el barco aparece y se está arrimando al puerto, todo esta controlado, esto vuelve a ser vida.
Desayunando en el Hotel Marina Victoria de Algeciras, el mismo en el que pernoctamos la primera noche, parece que el tiempo no ha pasado, que curioso, con diferencia es el peor hotel de todos en los que hemos pernoctado, no es que esté mal, pero es que los otros eran mejores.

EPILOGO.-

Cuando se preparó esta aventura, éramos unas diez personas interesadas en hacerla, los planteamientos llegaron incluso a llevar un coche de apoyo con un remolque, pero a medida que se fue acercando la fecha, se empezaron a descolgar, entre ellos, los dos que más habían contribuido a su planificación, solo quedamos cinco y de los cinco nosotros, los tres (padre y dos hijos) los más numerosos, pero siempre estuve decidido a hacerla, aunque los Vesperdidos no hubieran podido tampoco venir, lo habría realizado con mis dos hijos. Ellos, se unieron cuando se enteraron de la aventura, yo no les convencí. Si mi esposa, nos estuviera viendo, seguro que la encantaría ver como hemos compartido estos días, es un lujo que un padre participe con sus hijos de igual a igual en estos temas, el tiempo pasa, los hijos tienen sus vidas, y yo la mía, pero afortunadamente confluimos en las aficiones. Por cierto mi hija, que en estos momentos se encuentra en Edimburgo, se habría venido también, de haber podido hacerlo, ella también tiene Vespa, y la ha dado mucha envidia no poder participar, me ha hecho prometer que más adelante organice otra para venir los 4.
Lo que en un principio parecía un pequeño fracaso, luego se confirmo como un éxito, estamos convencidos, que de haber sido mas, hubiéramos tenido más problemas, no es fácil encontrar un grupo homogéneo que sea capaz de rodar al mismo ritmo por estas difíciles carreteras, durante las noches que hemos conducido, el de delante, no veía más allá del faro del que le seguía, hubiera sido facilísimo perderse, de no haber habido una gran compenetración en este sentido.
Las Vespas.- aunque somos grandes convencidos de la capacidad de este vehículo, esta aventura nos ha reafirmado en su idoneidad, nunca se quedaron escasas ni de sitio para llevar cosas, ni de potencia, tienen la facultad de pasar desapercibidas para el gran público y lo que más llamaba la atención de ellas era su

roue de secours

como lo llaman ellos, en España ha pasado a ser un accesorio inútil, muchos con las tubeless, las quitan para poner escapes que ocupan su lugar. Aquí es un aditamento indispensable en 1800 Km, ha habido tres pinchazos, y siempre llevábamos la tranquilidad de que quedaban otras tres ruedas en los otros vehículos.
Los Vesperdidos.- ya nos conocíamos de algún que otro encuentro, siempre haciendo gala de simpatía y hospitalidad, aquí se han confirmado como unos grandes compañeros de rutas...y de juergas. Enrique es una persona segura y tranquila y Guillermo tiene dos personalidades, a saber: la de una persona tolerante y paciente capaz de confundirse en el ambiente más diverso, de hecho Enrique comenta en algún capítulo,

que cansados iríamos, que Guillermo le contestó al guiá pidiéndole con impaciencia que nos llevara hasta el Hotel" y la otra personalidad es la que tiene encima de la moto, aquí se convierte en un motorista rápido y atento y que no le toquen mucho los C.... , o si no que se lo digan al Taxista de Marrakech.

Bien está lo que bien acaba,

Alcorcón 10 de abril de 2013