6ª Etapa Rabat Asilah.-

El mapa nos señala que es la autopista la que va más cerca del mar, nosotros de autopista nada, hoy tenemos unos 213 Km teóricos, y por lo tanto no tenemos prisa, mis hijos de un tiempo a esta parte siempre desconectan la televisión de la habitación y esconden el mando ?¿ (nunca llegaremos a saber el porque del comportamiento humano), como siempre, bajo de la habitación antes que ellos, desayuno con Enrique y Guillermo, y me entretengo echando un vistazo al carburador de la Vespa de mi hijo pequeño, parece que la trampilla del acelerador se le atasca un poco y se le queda algo acelerada, al ralentí, que barbaridad la cantidad de suciedad que tiene el filtro, lo cojo todo con pinzas, no me apetece que a estas alturas le caiga suciedad al carburador y lo atasque, compruebo el tensador y veo que aunque esta al mínimo el puño no tiene holgura, así que intento reacondicionar bien la funda en los topes y soluciono en parte el problema, monto el filtro con mucho cuidado, y rezo un par de jaculatorias a Alá para que siga tan bien como hasta ahora, ya no nos queda mucho.
Se nota que estamos cerca del mar, la carretera esta bordeada de pinares, hay un parón del tráfico, empezamos a adelantar a los coches parados, y nos encontramos con una manifestación, no llegamos a averiguar el motivo, pero había mas antidisturbios que manifestantes, por si acaso salimos echando leches de allí, nos desviamos a Kenitra, tiene un puerto pesquero importante, que pena que no sea hora de comer, seguro que hay buen pescado en los chiringuitos del puerto, a partir de aquí, buscamos la costa, brujuleando por calles, buscando caminos que vayan paralelos al mar, nos metemos en urbanizaciones en construcción, las están montando para que acuda el turismo, lo que ocurre es que tendrán que desmontar algún que otro poblado de chabolas que contrasta fuertemente con estas Urbanizaciones.
Encontramos una entrada hacia la playa, es una zona de grandes dunas, la arena se ha adueñado de la carretera y hay que ser habilidoso para pasar con las Vespas, pasamos y las situamos al borde del mar, las playas son gigantescas, por las dunas que hay, se ve que es una zona azotada por el viento, el mar desde lejos tiene un color precioso, pero es bravo, son costas Atlánticas, veo dificil que haya una gran aceptación turística, nos hacemos fotos y al salir con las Vespas, me confió, acelero y zaaaca, ostión. Cuando lo tengo claro, procuro caer con la mayor dignidad posible, seguro que estos maricones están haciendo fotos, me levanto rápidamente, miro para comprobar cuantas fotos me han hecho y veo a Vespatan patas arriba, me conmuevo, que solidaridad, no ha sido capaz de dejarme solo. Como he sido rápido como el rayo, solo les di tiempo a sacar las cámaras, llega Guillermo y se convierte en el centro de todos los disparos.
Menos mal, he tenido más suerte que Guillermo, me he dañado la espinilla derecha (las heridas se curan), pero Guillermo mete la bota debajo el cófano y lo abolla.
Llegamos a Larache, paramos a visitarlo, es una localidad de origen Español, en mi época era uno de los lugares a los que se venia a hacer la Mili, aparcamos en la calle y en nuestro paseo nos metemos en un parque, hay un Drago precioso, debe tener muchos años, pero no está cuidado, el tronco esta lleno de mataduras, seguro que es un recuerdo de nuestra estancia allí, ya que estos árboles son endémicos de las Islas Canarias, hace un clima fantástico, paseamos con tranquilidad y recorremos la localidad, vemos los edificios de origen Español, y cuando vamos a coger las motos para irnos, nos encontramos con

un vigilante

voluntario, pone la mano y dice que hay que darle 10 dh por moto, como a esta alturas ya estamos hasta los h.... de que nos vayan sacando pasta por todo, no le hacemos caso y nos dice que la calle es suya.... bueno, pues si es tuya, llama a la policía.... que p... vamos a darte nada, estamos en la vía pública, arrancamos y nos fuimos, la verdad es que no sé si alguno le dio algo, ya solo nos faltaban 25 Km para Asilah, yo ya conozco esta población, cuando planificábamos para llegar pronto a Marrakech con la intención de desviarnos para ver Essauira, alguien me había dicho que eran muy parecidas, por eso no hicimos mucho hincapié, además no hubiera sido como aquí que tenemos hotel, allí hubiéramos pasado un momento y así no se ven las cosas.
Llegamos a una glorieta a las afueras de Asilah y Enrique se detiene para poner el navegador que nos lleve al hotel, Guillermo no para y se va, ...que pasa....es que va con los cascos escuchando música y no se ha enterado, miro tras de mí y veo el Hotel..que casualidad, mis hijos han ido en pos de Guillermo y yo me voy al Hotel a registrarme, llegan todos menos Guillermo, no lo han encontrado, ya era de noche y seguro que no se ha dado cuenta que nos paramos, intentamos localizarle por teléfono, y al fin responde, esta parado con unos policías intentando comunicarse, está entre asilah y Tánger (un poco más y se va hasta Alcorcón).
Nada que no podemos pasar de

los vigilantes

, en cuanto llegamos a la zona amurallada, aparecen corriendo, dejemos donde dejemos las motos tenemos voluntarios que nos las vigilan, ante lo inevitable, negociamos un precio, lo mismo pasa con los restaurantes, nos pegan un sobo importante a cada metro que avanzamos, decidimos cenar en uno regentado por una Española, sentados en una mesa al exterior, cenamos bien, pero no deja de ser algo muy turístico. Un montón de cervezas después nos vamos al hotel, a la mañana siguiente nos vamos a ver el Asilah de dentro de las murallas, para no cargar con cosas, dejamos en el hotel hasta los cascos, aquí no te dicen nada por ir sin él, y entramos en la muralla mentalizados para el sobo que nos van a dar, como dije yo lo conocía ya. Es muy bonito, pero esta tan requetepintado y limpio, que se ve un poco falso, a estas alturas ya sabemos que Marruecos es otra cosa, pero es reconfortante la vista.

Bear Grylls

Bellezas Marroquies