4ª Etapa: Beni-Mellal Marrakech.-

A la mañana siguiente, como me temía, mis hijos estaban como dos troncos y hoy había que llegar a Marrakech, y verlo, así que me vestí y antes de salir de la habitación les puse un programa de la tele (que ya tenía buscado) en el que sale un Imán religioso realizando cánticos, puse la tele a todo volumen y Salí echando hostias de la habitación. Lo que pasó a continuación, me lo han contado, pero parece ser que tuve peligro de abonar una televisión nueva, (que violencia).
De cualquier forma el sistema funciono, pues estaban a la hora prevista los dos en el hall del hotel solo que no hablaban, me echaban miradas de odio. En el entretanto y mientras nos reuníamos, di un paseo hasta la carretera, era la hora en la que los niños van al colegio, van andando, en bicicleta, haciendo auto stop, y vi como dos en una bicicleta iban enganchados a la trasera de un motocarro, de repente y delante de mí, el de atrás, se cae a la carretera, se pega un revolcón, se levanta y echa a correr tras el otro, que no se ha soltado del motocarro. Esto (lo de ir al colegio) es algo que hemos observado a lo largo de todos los pueblos por los que hemos pasado, parece ser que el gobierno Marroquí ha cogido el toro por los cuernos y ha construido centros escolares hasta en los pueblos más humildes, tienen una gran población Joven, no cabe duda que en el futuro progresarán gracias a ello.
Nos ponemos en marcha, con aproximadamente 200 Km por hacer, nuestra intención es llegar pronto a Marrakech y verlo bien, el buen tiempo se ha instalado por fin de manera definitiva, fuera los chaquetones, da gusto rodar con una cazadora ligera, la carretera ya no es tan virada, empieza a haber largas rectas, así y todo seguimos sin necesidad de ir a fondo, es curioso, desde que hemos llegado a todos nos da la sensación de ir sobrados de motor, siempre con reserva de velocidad y potencia, no creemos que de haber llevado motos más potentes hubiéramos llevado más ritmo, todo lo contrario que en España, que siempre tienes que ir a tope por la carretera para poder ir a una marcha relativa con los automóviles, aquí normalmente somos nosotros los que adelantamos, sin esfuerzo, parece que llevamos supervespas. El paisaje ha cambiado, casi de repente, hemos salido de un pueblo y al enfilar la carretera, el color de los campos ya no es tan verde, ni se ven montañas al lado, esto empieza a parecerse al Marruecos que habíamos esperado ver, cada vez hay menos árboles y se ven grandes extensiones de campo, como en Castilla, en contraposición el Atlas a lo lejos se ve más imponente que nunca, en una recta pasamos como rayos al lado de unos camellos... qué imagen más Africana, seguimos y nos metemos en una gasolinera ....¿habéis visto los camellos,, nos teníamos que haber parado.... el caso es que le he preguntado al de la gasolinera por las cascadas de Ouzoud y me ha dicho que nos hemos pasado del cruce como 15 Km, tendríamos que volver, aunque lleguemos mas tarde a Marrakech, estuvimos todos de acuerdo, a estas alturas ya sabíamos que lo inesperado es siempre lo mejor y... que la prisa mata... como dicen los de aquí, vimos el mapa y después de las cascadas íbamos a Marrakech por otras carreteras, que no son de primer orden como la que llevamos (quien lo diría) y por lo tanto mejor, tenemos ganas de aventura. Ahora si, al pasar de nuevo por los camellos Guillermo se para, no podemos irnos sin esa foto, nos cuesta unos cuantos cigarros para los pastores, llegamos al cruce y nos dirigimos a las cascadas, como mola, ya vamos por una carretera de las que te previenen en las guías para turistas, consta de un plaston de asfalto¿ en el centro, de una anchura de dos metros, y unos márgenes descarnados en los que puede desaparecer la Vespa entera, menos mal que no hay circulación y la poca que encontramos se nos aparta ? eso no es lo que me habían contado, mejor, porque da miedo salirse del centro, la carretera va en dirección al Atlas, por lo que se vuelve virada, montañosa y preciosa, el primer pueblo que encontramos nos impacta, no existe el pavimento, el poco que hay esta en esta carretera, las casas de adobe se pegan a las laderas y bajan lamiendo la montaña hasta el borde de este camino, que es el único que tienen para salir de aquí, la imagen me recuerda a la de los nacimientos cuando se ponen las casitas sobre el corcho que simula las montañas, los ríos pasan por los pueblos en estado salvaje, no hay ningún signo de encauzamiento, o de civilización que les afecte, estamos disfrutando a tope, me extraña que Guillermo no pare a hacer fotos, nos llegamos a un pueblo con gasolinera y veo que está montando el móvil en la caja trasera para hacer video según circulamos, no esperaba menos, después de algunas pruebas cruzamos el pueblo y le vamos adelantando para salir todos en el video. Ha sido un acierto dar la vuelta y dirigirnos por aquí hacia las cascadas, no se porque pero me da la sensación que las cascadas me van a gustar menos que esta ruta hacia ellas, seguro que allí esta todo organizado para los turistas, mientras descendemos por un bonito valle con los campos plagados de amapolas, mi hijo mayor baja la velocidad y me enseña la mano derecha manchada de grasa ?que pasa.... mete la mano en la manopla y la saca con el tubo del acelerador en la mano. ... se le ha partido el tubo del acelerador... otra vez la mirada de desolación ... y ahora qué hacemos? de ese repuesto no llevamos....no te preocupes, para el motor y te remolco hasta un pueblo y veremos, yo tengo pocas habilidades, pero una de ellas es la de saber remolcar a una moto empujándola con el pié, en esa situación recorremos unos kilómetros y entramos cuesta arriba en un pueblo, justo en la entrada un tallercito, donde estaban apañando motos, allí estaban esperándonos nuestros compañeros, nada más parar, el mecánico, un chaval que no tendría 18 años nos pregunta, le enseñamos el tubo roto y por ademanes le explicamos su cometido, allí no han visto una Vespa en la vida, nos mira y dice

No Problem

, nos ponemos a desmontar, él nos detiene y dice que nos apartemos, le dejamos, acude otro chico, este es negro, no obstante nos quedamos alrededor vigilando los tornillos que van desmontando y haciendo indicaciones para desmontar la polea que tira del cable y sacar el otro trozo de tubo, el negro se lo lleva y vuelve al momento con el tubo soldado y repasado, !! Una soldadura perfecta!! Hay que joderse con lo fino que estaba el tubo por donde se partió, se ponen a montarlo y se dan cuenta que la rueda de repuesto está pinchada, la cogen la desmontan y la arreglan, solo tuve que decirles cómo va la cámara con respecto a la llanta, en 40 minutos solucionado... S'il vous plait ?quel est le montant de la reparación? .... Sont de 70 Dh.... alcé una ceja, 7 € y la moto arreglada montada y con el pinchazo resuelto, le di un billete de 200 Dh (20 €) y cuando se dirigía al taller para darme el cambio le paré y dije que no quería el cambio, se le ilumino la mirada, pero al instante se puso con la moto que estaba reparando cuando llegamos, una yamaha de 125 4 tiempos, la estaba poniendo cilindro y pistón nuevo, no pude por menos de pensar que esos chicos en España, se los disputarían los talleres, los chavales que salen aquí de la Formación Profesional de mecánica, saben mucho de teoría, pero como se les atraviese un tornillo no son capaces de resolver. Mientras tanto Enrique y Guillermo estaban echando un futbolin y tenían arremolinados a todos los chavales del pueblo, Guillermo les enseñó cómo se mete un gol mirando al tendido, se llevo grandes aplausos, allí mismo comimos en la calle sentados al sol.... no debiste darle 200 Dh, ten en cuenta que al próximo que llegue ya no le van a cobrar 70 Dh... No me importa, no solo he pagado la reparación también pago la disposición de haber dejado todo y atendernos, podía habernos dicho que dejáramos la moto allí en espera de haber terminado la Yamaha, volvemos a estar en una situación intemporal, a gusto sentados al sol mientras comemos tranquilamente un pan de pita relleno de carne con especias, comimos los 5 por 17 €.
Volvemos a la carretera, ya debemos estar cerca de las cataratas, porque la carretera desde que pasamos un cruce ha cambiado bastante, ha vuelto a ser ancha y bien asfaltada está claro que es por donde vienen los autocares, mi hijo se para de nuevo... que hostias pasa ahora... que he vuelto a pinchar.... menos mal que hemos arreglado la rueda, ponemos rápidamente la rueda recién arreglada y seguimos, este hijo mío tiene el ángel cagado (como dicen los Murcianos). Como me temía en las cataratas nos mandan a un Parking (vigilado) y rápidamente se nos pega un guía, el poblado está compuesto de casas turísticas donde venden suvenires y la gente pulula por sus calles con pinta de turista. Las cataratas preciosas, las fotos hablan por sí solas, salimos dirección Marrakech, a medida que nos vamos acercando el tráfico aumenta, los adelantamientos empiezan a ser complicados, como nos quedemos tras la fila de coches los que vienen tras nuestra no pueden resistir ver una moto delante de ellos, siempre intentan adelantarnos con coches de frente, la técnica es: salen a la izquierda se ponen a nuestra altura y cuando se van a dar con el que viene de frente se echan encima de nosotros y nos sacan a la cuneta, luego se quedan allí y no siguen adelantando, nos toca volver a adelantarlos, yo como voy el último, las paso putas, no existe la distancia de seguridad el que viene por detrás se mete literalmente debajo mi moto y como me mueva un milímetro a la derecha me mete el morro del coche y me saca fuera, la única defensa es adelantar nosotros, por eso llevamos unos kilómetros adelantando con un tráfico infernal, ya habían adelantado Enrique, Guillermo y mi hijo pequeño, se van y mi hijo mayor y yo no encontramos hueco, el tráfico de frente es continuo y sin huecos, en un momento Alejandro se sale, empieza a adelantar viene un camión de frente, debería recular, no cabe.... pero se sale al arcén de la izquierda a 110 km/h, solo veo la polvareda, cuando miro, ha rebasado a los coches y se ha incorporado delante ... que jodio ... como no va a pinchar, estamos entrando en Marrakech, este juego de la Ruleta Rusa nos ha entretenido, ahora empieza el caos de la circulación allí, cuando paramos para orientarnos, le digo a mi hijo pequeño ..... Ahora no vayas tan separado, que nos perdemos, mira cómo van Enrique y Guillermo..... Es que voy con la cámara en la mano haciendo fotos..... No jodas... déjalo para luego hostias, que esto no es Alcorcón.
Al final, más de 300 Kilómetros, va a resultar verdad lo que me dijo Guillermo,

ya verás como el Lunes cuando estemos en nuestra casa, tendremos mono de ruta

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