Vespa_cabro, espero que tengas muuuuy buen viaje y cuando puedas nos vallas contando y enseñando fotos, para ponernos los dientes largos.....!!

Saludoooos

animo y buena ruta, ya has pillado una de esas chapas de se prudente??, jejeje
y si vas a roma comprate un buen candado para la vespa que si esta restaurada y en buen estado creo que desaparecen
saludos

Que tal fue el viaje???????????????????

Saludooos

Hola!
Todavía estoy en ello. Aun me quedan un par de días en Pisa. Hoy toca el museo Piaggio que está aquí al lado 🙂
Por ahora la moto va muy bien (y toco madera Para que siga así). A la pobre solo le queda la kilometrada de BCN a MAD.
El sábado espero estar de vuelta. ¡Ya os contaré!

Ansioso por ver fotos y leer una crónica detallada!!!!!!

Un saludo
PD: Buen viaje de vuelta

Eso sí, ten cuidado, según las estadisticas de la policía italiana la vespa es el vehículo mas robado en Italia.

Venga, animo, que casi se acabó lo bueno

Esperamos un reportaje de todo; fotos, vídeos, mapas en el google de la ruta, anécdotas...

El otro día me preguntaba mi mujer por mi palabra favorita del castellano, por eso que ahora está la Real Academia preguntando a la gente, y yo le dije que la mía es CO JONES, y eso es lo que tú le has echado, ¡VAYA PAR DE CO-JO-NES!

Y lo siento por el vocabulario, moderadores...

Pues sí... ¡ya se me acabó lo bueno!

Han sido 3687 Km de camino. La experiencia ha sido muy bonita. Cansada para los dos, pero muy bonita. Algún ratillo malo hemos pasado, pero no han tenido importancia y han sido, con mucho, los menos. Lo importante es que la moto y yo hemos llegado hasta Roma y hemos vuelto enteros.

Salí de Madrid el sábado 4. Muchos nervios. Muchas dudas: ¿me estoy cargando la moto? ¿para qué estoy haciendo esto?
Sin duda fue uno de los momentos más difíciles. Durante los cinco primeros minutos en la moto se oyó mucho jaleo en mi cabeza. La idea de abandonar y volverme a casa me rondó mucho por la mente, pero pasado el Aeropuerto supe que ya no me iba rajar. No sabía si llegaríamos pero sí que lo íbamos a intentar. Y casi sin darme cuenta, estaba llegando a Zaragoza. Allí me quede en casa de mi hermano, fue entonces cuando se enteró de que mi intención era llegar a Roma y después de la cara de flipado que puso al principio, me animó todo lo que pudo.

Al día siguiente salí prontito para aprovechar la fresca. No había dormido bien, porque estaba todavía bastante nervioso.
La ruta entre Zaragoza y BCN transcurrió tranquilamente. Muy pocos camiones al ser domingo. Lo que agradecí el tramo que no es (increíblemente) autopista.
Aquí la borriquilla en Peñalba en la provincia de Huesca:

En Barcelona dormí con unos amigos. Salimos a dar un paseo y a tomar algo y a casa que el lunes era día de cole y los niños se tenían que acostar pronto.

El lunes día 6 tenía la etapa más larga, entre Barcelona y Aix-en-Provence, unos 500Km. en total. Mis amigos me sugirieron que subiese por la NII por la costa, esa parte de cataluña es especialmente -para mi gusto- bonita. Pero aún con las dudas a cuestas, y no sabiendo con seguridad cuánto tardaría, preferí ir a lo seguro y fui por autopista. Si en recorrer los 300Km de las etapas anteriores había tardado unas 4,5-5 horas en total, para llegar a la Provenza salí a las 08,30 y llegué sobre las 17,30. Osea que tardé nueve horas. He repostado cada 130-140Km y durante aquella etapa hice unas cuantas paradas extras. Aquel día tuve mi primera satisfacción. De repente me vi rodando por Francia, rodeado de matrículas francesas, me di cuenta de lo lejos que habíamos llegado y primero tuve una sensación de vértigo 😯 y luego otra de

¡chupa del frasco Carrasco!

😕
Al haber sido puente en Francia había un montonazo de gente que había salido con las motos y que regresaban a casa. Alguno me preguntó en la gasolinera que de donde venía, y al decirle donde iba se quedó con cara de sorprendido y me dijo

Bon courage!

De camino me picó una avispa en el cuello, a la altura de la tiroides. Me sorprendí a mí mismo porque me dan pánico las picaduras de los bichos, pero la verdad es que mantuve la calma paré y me cargué al bicho en cuestión, que por cierto murió luchando. El pobre se había quedado entre el cuello de la chupa y mi gaznate y se lió a pegar picotazos como un condenado.
Llegué a Aix sin más problemas y me quedé en casa de los padres de una amiga. Allí, la borriquilla hizo su primera amistad guiri, la motarra del padre de mi amiga:

Luego sigo, que si no, va a salir un post mu largo...

Que bien te lo as tenido que pasar........!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ya seguiras contadonos mas, y con mas fotitos!!!!

Saludooos

A este paso no te has gastado ni un duro en dormir......

Un saludo

venga sigue, nos hemos quedado interruptus
saludos

Por favor, continua, que estoy deseando llegar a Roma. 😀 🙂

[quote=

Escocés

]A este paso no te has gastado ni un duro en dormir......
Lamentablemente aquí se me acabó el ir de gorra 😀 , bueno a la vuelta repetí. En Italia ya tenía hechas las reservas de los hoteles y habitaciones y demás, lo cual creo que fue un error como más tarde se verá.

A la mañana siguiente salí para mi siguiente destino que era Rapallo. También una etapa larga, unos 400 Km. Durante buena parte del recorrido de la parte francesa fui por la Nationale 7. Una carretera tranquila y bonita, salvo por una hija de Satanás subida en un Clio blanco. La cabrona me adelantó viniendo otro de frente y pegadita a mí.
Aquí la vespa con el monte St. Victoire detrás:

Al entrar en Italia ya no podía ir por autopistas porque allí la cilindrada mínima para circular por ellas es de 150 cc. Aún así alguna cogería

por error

ya que las autoridades italianas y el Tom-Tom tienen distintos conceptos de lo que es una autopista y a pesar de utilizar la opción

evitar autopistas

, este insistió en varias ocasiones en llevarme por ellas.
En Italia había muchas curvas, muchos pueblitos por los que pasar y unos atascos impresionantes. Afortunadamente durante el resto del viaje no sería siempre así, y en cuanto vi al primer italiano saltarse la fila de coches hasta el semáforo, yo me fui detrás de él pegadito a su rebufo.

Me hizo gracia el cartel:

La velocidad media fue muy baja porque tardé casi diez horas. Pensé que a ese paso no iba a ver nada en ningún sitio y era una pena, porque había pueblos muy bonitos, como Sori:

Antes de salir de Francia intenté bajarme a Mónaco, me hacía gracia pasar por donde van los fórmula 1, pero a la entrada había un montonazo de coches y estaba empezando a chispear con lo que terminé pasando de parar allí.

Por fin llegué a Rapallo donde por fin pude descansar, dar una vuelta y cenar tranquilamente. El pueblo es agradable. Tiene pinta de ser destino de sol y playa pero guarda mucho encanto.

El hotel no estaba mal. Era un 3 estrellas, con un recepcionista majete y todo eso pero durante todo el viaje me costó encontrar algo que fuese más barato de 50 euros. El hotel se llamaba Villa Luisa y repito, no estaba mal, pero para lo que ofrecía me pareció caro.

Por la noche chispeó un poco y a la mañana siguiente llovía bastante. Pensé en esperar a mediodía a ver si paraba, pero a eso de las diez vi que la cosa seguía igual y decidí salir hacia Florencia. Comprobé la presión de las ruedas para asegurarme que iban bien, le puse unas bolsas de basura a las bolsas que llevaba y me puse en camino. Por esto decía que fue un error el ir con todos los hoteles reservados desde aquí. Si no hubiese sido así, habría esperado un día, pero así, cualquier tropezón sobre lo planeado me lo desbarataba todo.
Jamás había conducido con tanta lluvia. Era un auténtico jarreo. Llevaba chupa impermeable y pantalones de agua pero las botas se me encharcaron al poco de salir. Un viaje muy desagradable. La moto me culeó en tres ocasiones y me dijo que ya no me avisaba más así que me lo tomé con más calma para no acabar en el suelo. Cuando vi que los rayos caían ya muy cerca paré en un bar de carretera donde estaban la dueña y dos paisanas mano sobre mano porque se había ido la luz con la tormenta. Cuando amainó un poco continué. En fin, aunque tuve suerte y no pasó nada, no deja de ser una imprudencia lo que hice. 😳

Llegué a Florencia hecho una sopa. En el hotel me di una ducha caliente larguísima para entrar en calor y colgué por toda la habitación toda la ropa que tenía mojada, porque no coloqué bien las bolsas de basura y entró bastante agua. Aquí también me arrepentí de
a) No haber comprado unas alforjas de verdad o
b) No haber llevado las bolsas colocadas en un transportín adelante y otro atrás. El peso habría ido mejor repartido (como alguno de vosotros ya me comentó) y en este caso podría haber protegido las bolsas de la lluvia mucho mejor.

Al día siguiente, seguía lloviendo en Florencia, y pensé:

¡Chico, no te vas a quedar en el hotel!

Así que, salí y afortunadamente al poquito dejó de llover, salió el sol y pude flipar con la ciudad más bonita que he visto hasta ahora.

Pero, ¿qué

alforjas

llevas????? 😯 😯 😯

Un saludo