DIARIO EL MUNDO
Número 26 / Domingo 14 de Abril de 1996
Que no le Vendan la Moto
Las características que usted debe tener en cuenta a la hora de comprar un scooter moderno

Por Ana Rivas

Sus rivales en cilindrada y precio cuentan con los últimos adelantos técnicos, son más ecológicas y cómodas. Pero las ventas mandan, y las conseguidas por la Vespa 125 el pasado año en España la sitúan como la tercera moto de mayor aceptación en nuestro mercado y la primera de su categoría. Ella y sus competidoras son objeto de deseo de miles de adolescentes y también de jóvenes profesionales urbanos.
Desde que la <> se presentó en sociedad en el Círculo de Golf de Roma, en 1946, hasta el pasado año se han producido casi quince millones de unidades en el mundo en 90 versiones. Este mítico modelo es el vehículo de dos ruedas más popular y el segundo producto más conocido en España, después de la Coca-Cola.
La Vespa supuso la motorización de más de media Europa. Nació con un espíritu claramente práctico y convirtió a Piaggio en especialista en scooters y líder absoluto de esta categoría en todo el mundo. El resto de las marcas se subieron rápidamente al carro del éxito y hoy prácticamente todas ellas tienen un scooter en su gama.

Competidores y precios.
Actualmente, el usuario cuenta con un amplio abanico de posibilidades para elegir entre los scooters de 125 centímetros cúbicos. Y debe comparar las características de cada uno para evitar que -como suele decirse- <> que no le interesa. Los directos rivales de la sempiterna Vespa 125 son el Piaggio Skipper 125; la Honda Bali 100; el Suzuki Adress 100 y el Peugeot SV 125.
Los precios oscilan entre las 279.900 pesetas de la Vespa hasta las 329.900 del modelo de Peugeot (ver gráfico).
El Skipper y el scooter de Suzuki tienen dos años de garantía, frente a los otros tres modelos que sólo se ofrecen con un año. En lo que se refiere al seguro, el Skipper se sitúa como el más barato, al costar sólo 21.000 pesetas. También Honda tiene un precio interesante y ofrece a sus clientes el seguro de la Bali por sólo 23.665 pesetas. En el resto de los modelos el precio del seguro supera las 30.000 pesetas.
Todos los scooters mencionados tienen unas dimensiones similares. No obstante, la Vespa resulta la más pesada, puesto que todos sus elementos están realizados en chapa, en tanto que sus rivales cuentan con profusión de piezas plásticas, a la postre más ligeras y resistentes.
En el apartado del equipamiento, la Vespa 125 es el modelo más penalizado. Mientras que sus competidores incorporan un práctico hueco portacascos y ofrecen una instrumentación más completa, el mítico modelo de la firma italiana no ha evolucionado en este sentido. En el terreno de los accesorios, la Honda Bali, por ser una motocicleta que lleva poco tiempo en el mercado, y la Vespa, son los dos scooters que ofrecen opciones más pobres. Además, la Vespa, por su diseño, no incorpora las prácticas y espaciosas guanteras que ofrecen los demás modelos que le hacen la competencia.
Como era de esperar, los años no han pasado en balde y en cuanto a comodidad de conducción la Vespa 125 se ve claramente superada por sus rivales, que ofrecen una postura más ergonómica y un asiento en el que dos ocupantes se acomodan con más espacio.
Asimismo, en el terreno del mantenimiento también su edad le ha pasado factura. Todavía debe hacer la mezcla aceite/gasolina, frente a la comodidad de sus competidoras que incorporan un depósito independiente para el aceite. En cuanto al apartado de la seguridad -un aspecto cada día más importante para los fabricantes-, con excepción de la Vespa todas incorporan freno de disco delantero, y en algunos casos también un sistema antihundimiento de amortiguación en la horquilla anterior.
Otra de las ventajas de los scooters modernos es su cambio automático, que ofrece menor mantenimiento y mayor comodidad de utilización. Por el contrario, el modelo italiano sigue fiel al esquema de cambio manual montado en la maneta izquierda. Esto supone que el freno trasero esté alojado en el suelo del vehículo con un pedal similar al de los coches, una de las características que distingue a la Vespa.
Los scooters actuales están concebidos como una alternativa al caos circulatorio de la ciudad. Su cambio automático les confiere una conducción muy cómoda. En este sentido, la Vespa no responde a las exigencias de confort, aunque sus fieles adeptos buscan una forma de conducir en la que la diversión prima sobre otras ventajas.

La Vespa Cosa.
A pesar de todos los inconvenientes que se le puedan encontrar, -como consecuencia de su antigüedad-, ninguno de los rivales de la Vespa 125 la aventaja en personalidad. Su diseño y sus connotaciones sociales la sitúan en un escalón más alto que las scooters modernas. El usuario de Vespa se mueve por unos parámetros distintos a los de sus rivales. La <> es algo más que una moto, es un símbolo cultural y social.
En cuanto a innovaciones, la Vespa Cosa es la máxima expresión de la <>. En lo que se refiere a sus dimensiones, es la más grande jamás fabricada. Es una scooter que ha tenido que adaptarse a la evolución de los tiempos. Incorpora un hueco para llevar el casco y muchas piezas de materiales plásticos. Su punto fuerte es que combina la imagen de la vieja Vespa con los últimos adelantos tecnológicos.
Medio Siglo de Vida
El vehículo de dos ruedas más famoso del mundo celebra su cincuenta cumpleaños. Cuando Piaggio fabricó la Vespa, en 1946, no pudo imaginar que estaba creando un símbolo social.
En sus orígenes, en 1884, Piaggio se dedicaba a las construcciones navales. Unos años más tarde, a finales de siglo, empezó a fabricar vagones para trenes y carrocerías para camiones. La producción de la firma italiana se multiplicó con la I y la II Guerra Mundial, lo que hizo posible la fabricación de lanchas con motor antisumergible MAS y, sobre todo, de aviones e hidroaviones.
Tras la II Guerra Mundial, llegó la larga y difícil tarea de la reconstrucción. Las fábricas de Piaggio habían sido derribadas. Enrico Piaggio, hijo del fundador Rinaldo Piaggio, consideró que el sector aeronáutico necesitaba de sistemas demasiado sofisticados y que se trataba de un negocio que requería enormes inversiones.
Al mismo tiempo, advirtió la necesidad de motorización del pueblo italiano, que pedía un medio de transporte económico, fácil de conducir y al alcance de todos los bolsillos.
Éste fue el origen de la Vespa, hija <> del deseo de Enrico Piaggio de crear un producto de poco coste y de gran aceptación.
El primer boceto fue un pequeño scooter, similar a las motocicletas que utilizaban los paracaidistas. Este prototipo fue bautizado con el nombre de Paperino (Pato Donald en italiano). Sin embargo, a Enrico no le gustó y encargó a Corradino D'Ascanio que revisara el diseño. Al diseñador aeronáutico no le gustó la motocicleta, que según él era incómoda, voluminosa y con neumáticos demasiado difíciles de cambiar en caso de pinchazo y, además, sucia (a causa de la cadena de transmisión).
Del nuevo diseño de D'Ascanio nació un vehículo que nada tenía que ver con el Paperino: una solución totalmente original y revolucionaria respecto a los demás de modelos de locomoción de dos ruedas. El nombre fue acuñado por el mismo Enrico Piaggio. Cuando vio el prototipo MP 6, exclamó <> (Vespa en italiano), y con ese nombre se quedó.
El debut en sociedad de la Vespa se celebró en 1946, en el prestigioso Círculo de Golf de Roma. Los especialistas y expertos del mercado dividieron sus opiniones; sin embargo, los escépticos se verían más tarde obligados a cambiar de opinión. En los últimos meses de 1947 la producción empezó a despegar, y al año siguiente salieron de las plantas de Piaggio los primeros modelos de la Vespa 125.
La Vespa se relacionó con la libertad de movimientos. Y con la libertad en abstracto. El nuevo scooter marcó una época: en el cine, en la literatura, en la publicidad...