Lambretta nació en 1947 por iniciativa de la familia Innocenti, para hacerle la competencia a la Vespa de Piaggio, nacida unos años antes.

La fábrica se estableció en el barrio milanés de Lambrate, sin un nombre predeterminado para su scooter, que rápidamente, aún en fase de prototipo, ya comenzó a conocerse por Lambretta y así se le quedó como nombre.

La necesidad de motorización y movilidad económica tras la segunda contienda mundial, pone alas al nuevo scooter, que se vende a millares en Italia y la factoría no da abasto a sus miles de pedidos. Así para satisfacer la demanda, se otorga una licencia de fabricación a la firma española Alpha, que abre una fábrica en Eibar, que produce su primera unidad en el año 1954.

La popularización de los automóviles económicos y el mayor poder adquisitivo de las familias europeas, pone en jaque a la industria de la moto europea hacia finales de los años 60. Lambretta no es ajena a la crisis y la familia Innocenti decide cerrar la factoría italiana en 1971, tras un largo periodo de vicisitudes financieras.

La factoría española se inició con 28 trabajadores, que fabricaron el primer año unas 500 unidades. Cuatro años más tarde salían de sus cadenas de montaje más de 17.000 scooters, con puntas de más de 20.000 unidades y a dar ocupación a 800 operarios.

Pero la crisis generada por el automóvil utilitario también acaba llegando a las dos ruedas españolas. Los años sesenta acaban mal y los setenta imponen una drástica reducción de producción y operarios. Lambretta Eibar aguanta, se convierte en Sociedad Anómina, luego en participativa de sus propios trabajadores y entre 1990 y 1991 cesa la producción.

Lambretta Pato: el regreso
En 2007 se crea Motom Italia SpA, gracias a los magnates italianos Giovanni Cottone (con intereses también en la renacida Garelli) y Incola Gurrado, que compran los derechos de Lambretta a una sociedad holandesa que los tenía legados por parte de la familia Innocenti.

Motom ha necesitado un año y poco para resucitar a la mítica Lambretta como marca, bajo diseño italiano, motor asiático, así como otros componentes, los nuevos scooters toman forma en la factoría de Urgnano (Bergamo), de los cuales, sus responsables, confían vender en Italia el próximo año unas 4.000 unidades.

Se trata de la Lambretta Pato, que nada tiene que ver en sus formas con las Lambretta del siglo pasado y que llegará a las tiendas y grandes superficies en cilindradas de 50, 125 y 151 c.c., todos ellos con motorizaciones 4 tiempos, Euro 3, SOHC 2 válvulas, refrigeración por aire forzado por turbina y cambio CVT automático.

Sus potencias son de 3, 8 y 10 CV respectivamente, es decir, motores tranquilos y económicos, pensados para resistir el día a día urbano sin quejas, al igual que su funcional diseño, con elementos cromados y redondeadas formas, sin olvidar el lugar para el casco bajo el asiento y la plataforma plana.

¿Y Valeria Marini?
Pues la famosa showgirl italiana fue contratada para promocionar la nueva Lambretta, ha realizado un anuncio para el cine y la televisión (que podéis visionar un poco más abajo) y estuvo presente en la presentación del modelo en su stand, donde la prensa italiana luchó a codazos y pisotones por acercarse a la diva y sacar la mejor instantánea.

De momento Motom no ha recibido ninguna propuesta para comercializar en España la nueva Lambretta, que ya se vende en los USA.