Hola amigos, a estas horas tan intempestivas mis grandes anfitriones Carlos (Lanas) y Esther descansan tranquilos tras mi llegada. la verdad es que son unas personas impresionantes, con un gran gusto para la decoración y para las aficiones, gente sana y divertida, vamos, cojonudos!!!. Os voy a relatar lo que han sido estos dos días por Salamanca, Zamora y lo poco de león que he podido ver.

El Domingo salí de Salamanca a eso de las 8 de la mañana dirección Fermoselle atravesando la carretera del embalse de Almendra; los paisajes por esta zona son muy diferentes que en Ávila, a medida que me alejo en dirección Portugal predominan las encinas y poco a poco grandes bosques. Puse un pie en Portugal y en los Arribes del Duero y despues cruce la comarca de Sayago dirección Zamora. Fue en Bermillo donde me di cuenta que había perdido un tornillo nada mas y nada menos que del motor. Ante la ausencia de éste le casqué una brida. Tranquilos que aun funciona.

En Zamora apenas estuve una hora ya que quería llegar a Sanabria con la suficiente luz como para hacer algunas fotos. Estuve en el casco antiguo visitando la Catedral, la Plaza Mayor y los aledaños. No tarde en dirigirme al Noroeste, dirección a la Sierra de Culebra donde tras atravesar por una carreterucha próxima al encantador pueblo de San Pedro de las Herrerías llegué al desvio que me llevaría al paraiso: Sanabria.

Hacía tiempo que un paraje natural no me impresionaba tanto, sobretodo la paz que había a la orilla del lago. Me hospedé en el Albergue de San Martín de Castañeda desde el cual gozaba de unas vistas impresionantes, todo un lujo, para mi sólo ya que eraq el único que se hospedó allí ese día. desde aquí quiero dar las gracias a José Antonio, el empleaod de la Junta que se encarga de que el albergue esté en buenas condiciones para los visitantes, sin lugar a dudas fue un lugar super acogedor.

El amanecer en Sanabria me jugó una mala pasada; llevaba apenas recorridos unos 20 kilometros cuando de pronto la Sacrifais se paró (mecachis!). Despues de hacer un profundo diagnóstico, siempre con la gran ayuda de Jaime 109, llegué a la conclusión de que era algo eléctrico y no me quedó mas remedio que llamar a la Asistencia en viaje para que me llevasen la moto al taller más cercano. Al final llegué a León antes de lo previsto pero sin visitar todo lo planeado en la ruta; esto se convierte en una escusa para volver a León próximamente para hacer esa ruta que con tanto cariño me recomendó AlexPk (gracias majete).

Finalmente resultó ser un fallo en la bobina de alta, pieza que hace que la moto reciba la chispa en al bujía para que arranque, imprescindible para su buen funcionamiento. Los profesionales de Castro Motor, concesionario oficial Vespa en León capitaneados por su mecánico Casto resolvieron el problema en apenas 15 minutos y la Sacrifais volvió a resurgir de las cenizas.

Esta tarde he tenido el privilegio de conocer a un nutrido grupo de agerridos vespistas y lambretistas pertenecientes al Psicodélico grupo L.S.D (León Scooter Division). Hemos compartido impresiones sobre el viaje y nuestras aficiones rodeados de un dorado lúpulo (je je).

Y esto es un resumen de lo sucedido estos días, podeis ver alguna foto en el blog. prometo crónica extensa al finalizar el viaje, ahora estoy verdaderamente cansado.

Un saludo a todos y gracias por el apoyo de todo tipo prestado a largo del viaje, bien sea en persona o a través del teléfono en especial a Jaime.

Pontedera